Heath's Modern Language Series: Tres Comedias - Part 17
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Part 17

SIRENA. Todo puede aprovecha.r.s.e. O yo no se nada del mundo ni de los hombres, o la fortuna se entro[64.1] hoy por mis puertas.

COLOMBINA. Pues segura es entonces la fortuna; porque del mundo sabeis algo, y de los hombres, no se diga!

SIRENA. Risela y Laura, que son las primeras en llegar...

COLOMBINA. Cuando fueron ellas las ultimas en llegar a una fiesta? Os dejo en su compania, que yo no quiero perder de vista a nuestro caballero... (_Vase por la primera derecha._)

ESCENA V

DOnA SIRENA, LAURA y RISELA, que salen por la segunda derecha.

SIRENA. Amigas! Ya comenzaba a dolerme de vuestra ausencia.

LAURA. Pues es tan tarde?

SIRENA. Siempre lo es para veros.

RISELA. Otras dos fiestas dejamos por no faltar a vuestra casa.

LAURA. Por mas que alguien nos dijo que no seria esta noche por hallaros algo indispuesta.

SIRENA. Solo por dejar mal a los maldicientes, aun muriendo la hubiera tenido.

RISELA. Y nosotras nos hubieramos muerto y no hubieramos dejado de asistir a ella.

LAURA. No sabeis la novedad?

RISELA. No se habla de otra cosa.

LAURA. Dicen que ha llegado un personaje misterioso. Unos dicen que es embajador secreto de Venecia o de Francia.

RISELA. Otros dicen que viene a buscar esposa para el Gran Turco.

LAURA. Aseguran que es lindo como un Adonis.

RISELA. Si nos fuera posible conocerle... Debisteis invitarle a vuestra fiesta.

SIRENA. No fue preciso, amigas, que el mismo envio un embajador a pedir licencia para ser recibido. Y en mi casa esta y le vereis muy p.r.o.nto.

LAURA. Que decis? Ved si anduvimos[65.1] acertadas en dejarlo todo por asistir a vuestra casa.

RISELA. Cuantas nos envidiaran esta noche!

LAURA. Todos rabian por conocerle.

SIRENA. Pues yo nada hice por lograrlo. Basto que el supiera que yo tenia fiesta en mi casa.

RISELA. Siempre fue lo mismo con vos. No llega persona importante a la ciudad que luego no os ofrezca sus respetos.

LAURA. Ya se me tarda en verle[66.1]... Llevadnos a su presencia por vuestra vida.

RISELA. Si, si, llevadnos.

SIRENA. Permitid, que llega el senor Polichinela con su familia... Pero id sin mi; no os sera dificil hallarle.

RISELA. Si, si; vamos, Laura.

LAURA. Vamos, Risela. Antes de que aumente la confusion y no nos sea posible acercarnos. (_Vanse por la primera derecha._)

ESCENA VI

DOnA SIRENA, POLICHINELA, la SEnORA de POLICHINELA y SILVIA, que salen por la segunda derecha.

SIRENA. Oh, senor Polichinela! Ya temi que no vendriais.[66.2] Hasta ahora no comenzo para mi la fiesta.

POLICHINELA. No fue culpa mia la tardanza. Fue de mi mujer, que entre cuarenta vestidos no supo nunca cual ponerse.

SEnORA DE POLICHINELA. Si por el fuera, me presentaria de cualquier modo... Ved como vengo de sofocada[66.3] por apresurarme.

SIRENA. Venis hermosa como nunca.

POLICHINELA. Pues aun no trae la mitad de sus joyas. No podria con tanto peso.

SIRENA. Y quien mejor puede ufana.r.s.e con que[66.4] su esposa ostente el fruto de una riqueza adquirida con vuestro trabajo?

SEnORA DE POLICHINELA. Pero no es hora ya de disfrutar de ella, como yo le digo, y de tener mas n.o.bles aspiraciones? Figuraos que ahora quiere casar a nuestra hija con un negociante.

SIRENA. Oh, senor Polichinela! Vuestra hija merece mucho mas que un negociante. No hay que pensar en eso. No debeis sacrificar su corazon por ningun interes. Que dices tu, Silvia?

POLICHINELA. Ella preferira algun barbilindo, que, muy a pesar mio, es muy dada a novelas y poesia.

SILVIA. Yo hare siempre lo que mi padre ordene, si a mi madre no le contraria y a mi no me disgusta.

SIRENA. Eso es hablar con juicio.

SEnORA DE POLICHINELA. Tu padre piensa que solo el dinero vale y se estima en el mundo.

POLICHINELA. Yo pienso que sin dinero no hay cosa que valga ni se estime en el mundo; que es el precio de todo.

SIRENA. No hableis asi! Y las virtudes, y el saber, y la n.o.bleza?

POLICHINELA. Todo tiene su precio, quien lo duda? Nadie mejor que yo lo sabe, que compre mucho de todo eso, y no muy caro.

SIRENA. Oh, senor Polichinela! Es humorada vuestra. Bien sabeis que el dinero no es todo, y que si vuestra hija se enamorara de algun n.o.ble caballero, no seria bien contrariarla. Yo se que teneis un sensible corazon de padre.